Puede pasar el tiempo que sea, pero en Hollywood jamás olvidarán la noche más infame de su historia. Y es que, pese a que han pasado casi 50 años, la conmoción por los brutales asesinatos de Sharon Tate y sus amigos sigue muy presente en el corazón del América.
Era la noche del 9 de agosto de 1969. Ante la ausencia de su esposo Roman Polanski, Sharon Tate decidía celebrar una reunión de amigos en su vivienda. El director y la joven actriz formaban una de las parejas más sólidas de la industria. De hecho, Tate estaba esperando un hijo de un Polanski que se encontraba fuera por motivos promocionales. Nadie podía imaginar que la lujosa mansión de Beverly Hills sería testigo de un episodio macabro hasta niveles insospechados.

En plena noche, la familia de Charles Manson irrumpía en la vivienda con la firme intención de causar una masacre. No se explica de otra forma que se llevasen por delante las vidas de Jay Sebring, Abigail Folger, Steve Parent, Voytek Fykosky y la propia Sharon Tate. De hecho, la crueldad empleada por los asesinos sobrepasaba todo límite imaginable. Hasta 16 puñaladas recibía Sharon Tate, además de ser atada por el cuello junto a Jay Sebring para evitar que cualquiera de los dos pudiese escapar. El bebé que Tate gestaba en su interior tampoco se libraba de los maniacos, hasta el punto de ser extraído del vientre de su madre.

«PIGS», escribían en la puerta de la casa con sangre de Sharon Tate antes de irse. La Familia Manson no tardaba en ser detenida por estos crímenes y otros muchos cometidos con anterioridad. Susan Atkins, Tex Watson, Patricia Krenwinkel, Linda Kasabian, Laeslie Van Houten y el propio Charles Manson eran detenidos y condenados a cadena perpetua, ante el desequilibrio mental acreditado. Hollywood nunca olvidaría.

muy triste esta historia la cual me afecto mucho,espero que esos asesinos jamas salgan de la cárcel,todo mi amor para Sharon para su bebe ,familia y amigos