No siempre El Museo del Prado estuvo cuidado con el mimo que nos llega a día de hoy. En varias ocasiones en la historia, estuvo en verdadero peligro de desaparecer. La siguiente historia lo demuestra.

El incendio que acabó con todo el 25 de noviembre de 1891
En 1869, con la caída de Isabel II y la desamortización de Mendizábal, la pinacoteca pasó de ser perteneciente a la corona a ser nacional. Durante esos años, el declive y la crisis económica llevó a que el museo no tuviera los fondos necesarios para ser cuidado en condiciones.
Durante el verano de 1891, ya se habían sucedido varios pequeños incendios que no llegaron a ocasionar muchas pérdidas. Pero sí pusieron en alerta a muchos entendidos de arte y arquitectura, y por supuesto a los críticos al gobierno. Esos incendios se habían producido porque las condiciones eran muy precarias, tanto que dentro del edificio vivían familias enteras de trabajadores del museo que almacenaban madera para las estufas. Al llegar el invierno el desastre parecía inminente.

El 25 de noviembre de ese año, Mariano de Cavia publicaba la noticia de la catástrofe en el diario El Liberal. En él detallaba como en la madrugada, justo antes del cierre de la edición del periódico, llegaba la noticia de un gran incendio que destrozaba el museo y acababa con toda la colección de pintura expuesta. Atreviéndose a definirla como “por lo único de lo que los españoles podemos sentirnos orgullosos”.
Gracias a varios amigos e intelectuales, la noticia se fue propagando por las calles de Madrid como la pólvora. Muchos fueron los ciudadanos que se acercaban al museo para ver los destrozos, bien porque lo habían escuchado de algún vecino o porque no habían leído más que el titular del periódico. Sólo hasta el final del artículo no se descubría la verdad de él, que todo había sido una noticia falsa que pretendía llamar la atención a lo que bien podría suceder.

Hay que agradecer la mentira de Cavia, porque fue a partir de entonces cuando el gobierno de Cánovas del Castillo, espabiló y comenzó a invertir y renovar los fondos del museo. Gracias a esto nos llega hasta hoy para nuestro disfrute.Podéis ver la noticia completa, y que no tiene desperdicio, en este enlace de la hemeroteca. Aquí.